Jorge Luis Borges despierta pensando en la muerte



El asombroso sueño aún no cesa,
Una vez más la oscuridad me alumbra,
Y alguien que calla vuelve en la penumbra
A urdir un talismán con su tristeza.
Una vez más en la infinita casa
Que brevemente habita nuestra pena
Vuelve como una blanca luna llena
A suspender el tiempo su amenaza.
¿Qué ciego ser que duda y tiembla y arde
Viene por el ustorio laberinto?
Realizaré por fin algo distinto,
Pero para saberlo será tarde.
Siempre esperando, y cuando al fin sea cierto,
Nadie vendrá a decirme que estoy muerto.